Trabajar en Julio??

Bueno, ya sabemos lo que dentro de poco nos espera, populismo total.

Y hablo de populismo porque considero que está desviando los verdaderos problemas que la sociedad, y en concreto, la educación, tiene y sufre en la actualidad.
Pan y circo es lo que en Roma ocurría, para desviar la atención de lo importante.
A mi me apasiona mi profesión, trabajo muchísimas horas, hago cursos y quiero hacer multitud de ellos porque quiero mejorar como profesional, formarme y poder formar a mi alumnado; si hay que trabajar más se trabajará, pero no creo que sea la solución a la falta de autoridad del docente, a los bajos niveles de la educación española, obesidad creciente...

¿Qué opináis? (se abren apuestas del año en el que nos tocará)

2014

Pues es lo que pretenden los que mueven los hilos entre bambalinas, y demuestra lo muchisísimo que les importa la educación a estos reyes de la corrupción.
Lo siguiente va a ser abrir los centros escolares en agosto, y los profesores serán unos "privilegiados" porque además de tener un mes de vacaciones, podrán elegir las vacaciones entre julio y agosto.
Su único objetivo es tener estabulados a los alumnos para que ambos progenitores no tengan ataques de conciencia familiar y puedan estar explotados a 3 turnos en sus respectivos trabajos los 365 días al año (366 los años bisiestos).
Ah! y todo esto, después de haber generado el debate, denigración social del profesorado, y bla, bla, bla.
Tristemente, los acontecimientos confirman el decálogo de la manipulación mediática de Chomsky.

Por cierto, y hablando desde el desconocimiento, alguien sabe si podrían hacerlo legalmente?
Porque la pretensión parece más una cortina de humo que otra cosa, ya que en las noticias está todo muy difuso, y rascando encuentras que la noticia es "estar a disposición", "cursos de formación", "si quieren pueden abrir o adelantar exámenes"... total, nada confirmatorio, un globo sonda más.
Y digo lo de la legalidad, y a lo mejor estoy diciendo una inmensa tontería, porque en algún lado he leído que el profesorado cobra en función de los días trabajados, de manera que se prorratea en 11 nóminas el trabajo de los 10 meses lectivos.
Dicho de otra manera, cobrarían menos los profesores que otros profesionales del mismo grupo laboral (A1 y A2: médicos, oficiales ejército, inspectores hacienda, etc), debido a esa menor carga laboral. A modo de ejemplo, si no me equivoco, el asistir de tribunal de oposición en julio está pagado.
Corregidme si me equivoco.
Saludos

Creo que es así como dices, Oliver. El resultado es como si cobrasemos un mes menos que el resto de funcionarios A, con lo cuál no debería haber tal debate sobre las "vacaciones" de julio. Pero no sé donde encontrar esa información, quizá preguntando en un sindicato. Respecto a lo de trabajar en Julio, se me ocurre una explicación, probablemente sin fundamento: quizá se deba a que en Valencia van a dejar de pagar a los interinos el verano, así, aunque los funcionario al final no tengan que asistir al centro en julio (como hasta ahora por otrta parte) tienen justificación para decir que no lo trabajaron.

Os dejo aquí un escrito, al hilo de lo que se está hablando, que me llegó al correo, no sé si salió publicado en algún periódico o qué.


El desprecio político al funcionariado

Contra la bajada salarial y el incremento de jornada en la función pública FRANCISCO J. BASTIDA CATEDRÁTICO DE DERECHO CONSTITUCIONAL


Con el funcionariado está sucediendo lo mismo que con la crisis económica. Las víctimas son presentadas como culpables y los auténticos culpables se valen de su poder para desviar responsabilidades, metiéndoles mano al bolsillo y al horario laboral de quienes inútilmente proclaman su inocencia. Aquí, con el agravante de que al ser unas víctimas selectivas, personas que trabajan para la Administración pública, el resto de la sociedad también las pone en el punto de mira, como parte de la deuda que se le ha venido encima y no como una parte más de quienes sufren la crisis. La bajada salarial y el incremento de jornada de los funcionarios se aplaude de manera inmisericorde, con la satisfecha sonrisa de los gobernantes por ver ratificada su decisión.

Detrás de todo ello hay una ignorancia supina del origen del funcionariado. Se envidia de su status -y por eso se critica- la estabilidad que ofrece en el empleo, lo cual en tiempos de paro y de precariedad laboral es comprensible; pero esta permanencia tiene su razón de ser en la garantía de independencia de la Administración respecto de quien gobierne en cada momento; una garantía que es clave en el Estado de derecho. En coherencia, se establece constitucionalmente la igualdad de acceso a la función pública, conforme al mérito y a la capacidad de los concursantes. La expresión de ganar una plaza «en propiedad» responde a la idea de que al funcionario no se le puede «expropiar» o privar de su empleo público, sino en los casos legalmente previstos y nunca por capricho del político de turno. Cierto que no pocos funcionarios consideran esa «propiedad» en términos patrimoniales y no funcionales y se apoyan en ella para un escaso rendimiento laboral, a veces con el beneplácito sindical; pero esto es corregible mediante la inspección, sin tener que alterar aquella garantía del Estado de derecho.

Los que más contribuyen al desprecio de la profesionalidad del funcionariado son los políticos cuando acceden al poder. Están tan acostumbrados a medrar en el partido a base de lealtades y sumisiones personales, que cuando llegan a gobernar no se fían de los funcionarios que se encuentran. Con frecuencia los ven como un obstáculo a sus decisiones, como burócratas que ponen objeciones y controles legales a quienes piensan que no deberían tener límites por ser representantes de la soberanía popular. En caso de conflicto, la lealtad del funcionario a la ley y a su función pública llega a interpretarse por el gobernante como una deslealtad personal hacia él e incluso como una oculta estrategia al servicio de la oposición. Para evitar tal escollo han surgido, cada vez en mayor número, los cargos de confianza al margen de la Administración y de sus tablas salariales; también se ha provocado una hipertrofia de cargos de libre designación entre funcionarios, lo que ha suscitado entre éstos un interés en alinearse políticamente para acceder a puestos relevantes, que luego tendrán como premio una consolidación del complemento salarial de alto cargo. El deseo de crear un funcionariado afín ha conducido a la intromisión directa o indirecta de los gobernantes en procesos de selección de funcionarios, influyendo en la convocatoria de plazas, la definición de sus perfiles y temarios e incluso en la composición de los tribunales. Este modo clientelar de entender la Administración, en sí mismo una corrupción, tiene mucho que ver con la corrupción económico-política conocida y con el fallo en los controles para atajarla.

Estos gobernantes de todos los colores políticos, pero sobre todo los que se tildan de liberales, son los que, tras la perversión causada por ellos mismos en la función pública, arremeten contra la tropa funcionarial, sea personal sanitario, docente o puramente administrativo. Si la crisis es general, no es comprensible que se rebaje el sueldo sólo a los funcionarios y, si lo que se quiere es gravar a los que tienen un empleo, debería ser una medida general para todos los que perciben rentas por el trabajo sean de fuente pública o privada. Con todo, lo más sangrante no es el recorte económico en el salario del funcionario, sino el insulto personal a su dignidad. Pretender que trabaje media hora más al día no resuelve ningún problema básico ni ahorra puestos de trabajo, pero sirve para señalarle como persona poco productiva. Reducir los llamados «moscosos» o días de libre disposición -que nacieron en parte como un complemento salarial en especie ante la pérdida de poder adquisitivo- no alivia en nada a la Administración, ya que jamás se ha contratado a una persona para sustituir a quien disfruta de esos días, pues se reparte el trabajo entre los compañeros. La medida sólo sirve para crispar y desmotivar a un personal que, además de ver cómo se le rebaja su sueldo, tiene que soportar que los gobernantes lo estigmaticen como una carga para salir de la crisis. Pura demagogia para dividir a los paganos. En contraste, los políticos en el poder no renuncian a sus asesores ni a ninguno de sus generosos y múltiples emolumentos y prebendas, que en la mayoría de los casos jamás tendrían ni en la Administración ni en la empresa privada si sólo se valorasen su mérito y capacidad. Y lo grave es que no hay propósito de enmienda. No se engañen, la crisis no ha corregido los malos hábitos; todo lo más, los ha frenado por falta de financiación o, simplemente, ha forzado a practicarlos de manera más discreta.

Francisco J. Bastida.

Catedrático de Derecho Constitucional.

Universidad de Oviedo.

Doy por supuesto que si los padres aplauden la propuesta de hacer valer el mes de julio como hábil para todos los docentes, también aplaudirán la restricción de su posibilidad de irse de vacaciones al mes de agosto como nosotros, ya que si es lectivo para nosotros lo será para sus hijos, con el consiguiente control de asistencia y bla, bla, bla. (A ver si asuntos sociales va a tener ampliar plantilla en el mes de julio).
Doy por supuesto que también lo aplaudirá el sector turístico, que tendrá llenazo en agosto (a costa de julio, claro).
Si quieren guardería, será con todas las consecuencias, digo yo. Y como comentáis por ahí arriba, habrá que informar a los padres que esa medida supondrá un aumento de sueldo para nuestro colectivo, dado que pasamos a trabajar un mes más.

Pues valorando muy positivamente todas las opiniones, y como estamos hablando de suposiciones, voy a lanzar la mía...


En primer lugar hablemos de política: ELECCIONES en Asturias, ¿una casualidad?

Todo está pensado desde hace tiempo. Son estrategias políticas. ¿No creéis que Asturias no se está apretando el cinturón como en otras comunidades sospechosamente? ¿Qué pasará después de las elecciones?


Aquí está la cuestión. Asturias tiene que apretarse el cinturón como todas las CCAA por obligación, y de quien pueden tirar directamente son de los contratados públicos, y nosotros estamos en el tintero.

Dices de si es legal Oliver, y claramente se puede hacer, porque las CCAA tienen competencia para hacerlo, y si no, se lleva al Congreso y se aprueba un Real Decreto en un momento. Las leyes se van modificando y adaptando en función de las necesidades de cada situación.

Os recuerdo que tenemos inminente una renovación de la Constitución Española; un cambio va a haber; todos queríamos un cambio... por lo que todo puede ser.



Yo no me asustaría, ni que cagaría en nadie. Estoy totalmente en contra de culpar al Gobierno por todo, pues han habido muchas personas chupando de la "teta de la vaca", y ahora la vaca se ha quedado sin leche... eso sí, por culpa de algunos "aprovechados del sistema" estamos pagando todos...


Sí, tantas leyes que favorecen la solidaridad, las ayudas, las becas, endeudamientos de Ayuntamientos masivos, etc., etc... que al final estamos como estamos.


Ahora el sistema no se está cayendo, simplemente se está reorganziando, está buscando su equilibrio... Recordar lo que hemos estudiado, El SGA (Síndrome General de Adaptación) de Seyle:

"Ante una situación estresante para el organismo, este reacciona mediante una serie de ajustes con los que trata de reestablecer el equilibrio. En un primer momento se genera una reacción de alarma (viene la crisis). El equilibrio se rompe y se ponen en funcionamiento todo tipo de ajustes fisiológicos (reforma laboral, reforma de leyes y contratos de trabajo, etc.). A continuación, el organismo presenta un estado de resistencia (huelgas, críticas del sistema y al Gobierno...). Una vez conseguidos los ajustes más inmediatos, trata de soportar la situación estresante. Si dicho contexto se mantiene, entonces pueden darse dos circunstancias: Se trastornan los ajustes y disminuye la resistencia hasta que se produzca una adaptación a la nueva situación".



Básicamente lo que quiero decir es que luchar ahora no nos vale de mucho, porque lo que vayan a hacer lo van a hacer, sólo es cuestión de tiempo el adaptarnos.


Yo estoy tan afectado como la mayoría pues soy interino, y el verano está en peligro, el sueldo sigue disminuyendo, pero hay que seguir, y por mucho que hagamos no valdrá de nada (os recuerdo que el Gobierno central tiene una mayoría aplastante)...




Conclusión, después de las elecciones habrá sorpresas con los interinos, donde creo que se verá más afectado secundaria que primaria. Y creo que el verano no nos lo van a empezar a quitar hasta el próximo curso escolar (2012-2013), y sólo a los que no tengan una vacante anual.


Yo me relajaría, porque siempre hay soluciones para todo... es cuestión de tiempo, lo malo es que se pasa mal en el durante.


Ánimo a todos y no desesperemos...